Hoy he encontrado mi infancia
dentro de mi cajita de cromos.
Los tengo de flores amarillas
y cuando huelo su perfume vuelvo a ser niña.
Mi cajita de cromos es de latón.
Siempre va conmigo y tiene pintado
en la tapa un gato de color canela.
En cualquier momento de la tarde
llegaba mi amiga y el montoncito de cromos
la esperaba en el umbral.
La ilusión reflejada en nuestros rostros inocentes.
Mi mano ahuecada para ganar la partida,
y con un ligero impulso,
los cromos se daban la vuelta.
La alegría me desbordaba
pensando que había ganado
todos los cromos del mundo.
Mi cajita de latón,
esta tarde se ha llenado de ilusiones,
de colores, de animales; de parejas de muñecas
y de canastitos de flores.
Entre ellos, uno muy especial,
un burrito que se parece a Platero.
¡Cuántas tarde de mi infancia
están guardadas en mi cajita de cromos!
Paqui Aquino / Punta Umbría 2019
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