Pienso en tí, pequeña luz
y en el hueco de tu profunda espiral
donde destellan las incógnitas
de una vida.
Pienso en tí,
mientras mis ojos se ciegan
y una mota de polvo
traspasa mi ventana.
Pienso en tí y me pregunto
por qué a veces, no vemos más allá
de las narices
Y nos recreamos en nuestro
propio ombligo
si comprender
que en la noria de los días
nada es para siempre.
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