A medida que los labios se van tornando púrpura
más encarnada es la sangre
y más útil el latido que me ata.
Cuanto más frías las manos
más ardientes se muestran las palabras.
Despacio me contemplo en el espejo
y más allá del reflejo
baila la vida en la cuerda floja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario