A unos pasos de la frontera
donde anidan los pájaros
y vuelan libres,
y somos noviembre
y otra vez los mismos miedos.
Volver de nuevo
y vapulear sobre la duda,
asentar el rechazo
y caer en agua
y verte en esos ojos perdidos.
Sacudir la palabra
y no tomar medidas
sobre un verso al aire,
echar raíz en el poema
sin pensar
en efectos secundarios.
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