Mis palabras son densas
la tarde se marcha
y escribo para sobrevivir al otoño
y sus hojas muertas.
Los segundos avanzan en el reloj: sálvame.
Sálvame cuando la música deje de sonar,
la soledad sea gris empañando sombras
y la lluvia borre palabras en el espejo.
Sálvame cuando la niebla quiebre mis huesos,
los pájaros canten en el jardín
y la tierra haga cenizas mi nombre.
Sálvame cuando mis pasos me lleven hacia el túnel,
las letras busquen refugio en el silencio
y no sepa qué hacer
con
el
poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario