sábado, 19 de diciembre de 2020

Begoña Abad



Tuve dos hijos.
Uno antes que otro, uno más bajo que otro,
uno más fuerte que otro, uno menos moreno que otro,
uno más herido que otro, uno con menos miedo que otro,
uno más necesitado que otro, uno menos capaz que otro,
uno más pez que otro, uno menos ave que otro,
uno con menos talento que otro, uno con más abrazos que otro,
uno más menos que otro. Uno a uno, un hijo.
A ambos se los llevó la vida a su vida
y yo me quedé en la mía.
Nos encontramos siempre por el camino
porque la vida sólo es una, más o menos.

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