sábado, 27 de febrero de 2021

Carmen Castejón Cabeceira

 






Cada vez que me caigo soy abismo
todo se hace mentira
y así como una adicta de ese roce
sumergida en el fango no hago pié.
Llegaste haciendo ruido,
Me cuesta recordar aquella tarde,
estaba entre paréntesis,
pero creo que venías cargado de palomas.
Mi cuerpo despertó a la claridad,
al sentir todo peso , comprendiendo
una vez más,
el porqué de la fugacidad de la tristeza.

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