sábado, 13 de febrero de 2021

Leonor Cabrera Torrado



Me dices que piense en positivo.
Me repites que yo puedo con todo
y que mi vida será de color de rosas
sólo con desearlo.
Me repites que el poder está en mi mente,
que me levante con una sonrisa,
con actitud positiva,
buen rollo.
Pero la vida a veces pesa,
la vida en ocasiones duele
y hay días negros de dolor y rabia.
Hay pérdidas, hay llanto, hay miedo,
porque la vida está también hecha
de llanto, de dolor y de miedo.
Y sí, en ocasiones me quejo,
riño con la vida
porque siento su maltrato,
siento su injusticia
y me enfado.
En ocasiones duele lo que fue,
duele lo que es,
duele lo que temo que sea,
duele ver el dolor
en quienes amo.
Duele la impotencia.
la sinrazón
y escuecen las heridas aún no curadas
del niño que fui.
Y a pesar de mi miedo,
a pesar de mi rabia
aún con dolor y tristeza
sigo en la vida
porque sé que es el único
camino posible.
Caminar, andar, vivir
al filo de la navaja,
en la incertidumbre perpetua
del cambio continuo.
Porque vida y muerte,
creación y destrucción,
risa y llanto
son lo mismo.
Así que cada vez que me dices:
"no llores" ,
"no tengas miedo" ,
"no te enfades",
me pides que deje de vivir la mitad de mi vida.
Y ahí lo único que necesito es
que me digas "veo tu dolor".
Ahí lo único que necesito es tu mano amiga cogiendo la mía.
Leonor Cabrera Torrado

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