jueves, 22 de abril de 2021

Esther Fortes




Tengo un dolor en mi pecho
que oprime mi risa,
que duerme a mis sueños.
Que no, no me deja llorar.
Tengo un descosido en el Alma
que abruma al mar que viene
a morir en la orilla y no,
no se atreve a suspirar.
Tengo un vacío que se queda solo,
sin consuelo ni compañía
que se aferra de nuevo a mi pecho
buscando inútil la gallardía
que se aleja, cobarde
que nunca se atreve
y se muere arruinando el valor
y no se defiende.
Tengo un mar al que adoro
que esconde tu risa,
que es capaz de enfrentarse
y vencer los miedos,
las dudas y la distancia confusa
que arruina un presente, que no
Que no existe!!!
Y llegan bailando las gaviotas
hambrientas de los besos
que no florecieron
que no se dieron!!!!!
Y vuelven al mar, a la orilla...
a derramar la tristeza que las agota
en la angustiosa espera
de ser lo que nunca serán. 

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