EN ABRIL, AGUAS MIL ( nostalgia)
Se engolfa la mañana
en un laberinto de grises
que oscurecen las montañas.
Toda el alma del mundo
yace dormida
sobre los jarales, ya en flor,
que coronan las cumbres.
Súbitamente despierta con un trueno,
estridencia de luz,
y se lanza ladera abajo
desgranándose en palabras que corren desbocadas
sorteando los castaños aún desnudos
sobre la hojarasca seca,
recuerdo del otoño,
que alfombra el suelo en su pendiente.
Ya, en el valle, retozan sin prisas
conformando versos que juegan retozones
sobre la hierba húmeda.
Cuando rompe la tarde
se dejan arrastrar por la brisa helada
hasta los helechos umbríos
que pueblan la galería de árboles
que escolta la ribera.
Allí nace el poema,
y nace, alondra ya
que levanta su vuelo
hasta las inquietas cumbres de los alisos.
Cuando la luz se ausenta,
se lanza al vacío más oscuro
y se quiebra en un sinfín de lágrimas retenidas
que caen inundando los campos
y alimentando las torrenteras.
¡Aguajes de este abril
que presagian un mañana azul y soleado,
ebrio de luz,
en esta primavera!
¡Qué bella estará la sierra!
Javier Sánchez Durán
"Poemas a la fundación de Macondo"
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