Curva
intento escribir un poema que tenga la misma forma que tu cintura y me doy cuenta
de que no es cosa fácil doblarle el espinazo a un ordenador pero la realidad es
que soy demasiado perezoso para coger la pluma y pienso que tal vez no te
lo mereces, y entonces releo lo que escribo y compruebo como con una fe
choría que en verdad verte desnuda es lo que más me deslumbra en este
mundo y vuelvo al teclado y paso horas buscando una solución a un
problema insoluble pues la tecnología no concuerda con tus caderas
y me digo como en una tortura que lo que debería hacer es hechiz
arte y hacer de tus pechos barro y encontrar el torno con el que
poder convertirlos en estatuas de Henry Moore y más tarde
encontrar la calle idónea para exponer mi deseo o el amor
que siento por ti, no sé muy bien lo que prevalece, y veo
que a pesar de todo escribirte un poema curvo es una
lucha pero es todo lo que puedo darte, luchar, des
hacer lo que los demás escupen o esculpen sobre
tu manera de ser que es un ejemplo de la ente
reza con que el mundo debería regirse, y
poco me importa que una máquina gris
se niegue a dibujarte y a seguir tus
contornos porque dentro de poco
sé que este poema me hará dese
arte aún más que cuando lo
empecé porque nada, digo
que nada va a poder
demostrarme que
haya algo que sea
más lógico que
la textura de
tus párpa
dos al
gemir
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