miércoles, 14 de julio de 2021

© Ana García Briones



Hay instantes de la vida
que besan mis labios
llenos de fragancia balsámica.
Pasan sin ruido,
casi de puntillas,
puñados de corazón
que se esparcen en mis venas
acariciando los rotos.
Hay instantes de la vida
que se acercan a mi
como una dulce canción
que deja un resquicio de luz en el alma.
No muy lejos,
un sendero de hormigas en fila
se pierden en el tumulto
y la manipulación mediática.
Hay instantes de la vida
que necesito cerrar los ojos
y dejar atrás
las horas perdidas de sueños.

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