Hoy las estrellas no bailan para mí,
hoy no se atreven a salir descalzas
y despeinar al infinito.
Hoy se han quedado dormidas
esperando que Perseo las oriente
y ya no, no han venido a jugar.
Hoy las estrellas
que nos hacen desear sueños,
no han venido a idear,
se han dormido sin deseos
haciendo que la calima las esconda
y han dejado abatidas todas nuestras quimeras.
Hoy el cielo no me regala sueños,
no pretende deseos ansiados
y esconde cobarde los suyos propios.
Pero yo me inventaré estrellas fugaces
que bailen para mí,
que dibujen estelas de plata
en esta noche mágica sobre mí cielo.
Hoy bailarán las perseidas
dibujando el perfil de la media luna,, coloreando quimeras
e inventando los deseos que alguna vez...
compartimos los dos,
cuando Perseo
nos dió permiso para soñar.
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