Miras al mar de dudas,
comprendes los enredos
de algas en los remos,
la trabazón de redes.
Más allá del naufragio
hay un collar de islas,
de enfundadas estrellas
propicias a la calma.
Un susurro de brisa
bajo los cocoteros,
torres sin artificio
de cercanas palmeras.
Brotan a pie de selva
retoños de anhelos,
hierbas de empatía,
vaho de mansas fieras
reconducen la fuerza.
Bajo ancianas conchas
de tortugas, ocultas,
las llaves del tesoro,
anillos de paciencia,
sabiduría del oro.
Un sendero de hojas
reescribe la historia,
hay un duelo consciente.
Más allá del fracaso,
más cerca de tu pulso,
el telar de la sangre,
los sueños por cumplirse.
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