Es un regalo que las musas me cuentan de vez en cuando...
Soy mucho más de lo que ven tus ojos,
porque yo soy espuma
en la noche que rima la música a la luna,
llevo en mi caudal el aura de una nube caprichosa,
muevo mis manos con el rumor de mar en una ola.
Soy burbujas que se ensalzan en el blanco
y se silencian en el regalo que le propone el beso
de la boca que quiero, me acompañe esa noche.
Soy mucho más de lo que ven tu ojos,
soy anagálide al filo de la orilla
del brocal de tus elucubraciones.
Y me descubro hada o bruja lasciva,
según la circunstancias se cuadren
o la osadía disponga la manzana prohibida
de todos los pecados posibles.
Y a la manzana juzgo traicionera y díscola
cuando el gozo se presta en el placer,
que al final decide y prevalece,
que si la diosa mitológica se erige en su grandeza,
es cuando yo soy…
Soy mucho más de lo que ven tus ojos,
soy llantén de agua,
plágano a tu instinto, a tu manera ansiosa de mirarme
y a las formas que prefieran tus dedos.
Soy..., si me regalas tus labios.
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