miércoles, 20 de abril de 2022

Cristina Liso Aldaz

 



NO HAY GRANDES HISTORIAS

Cada mañana dibuja la luz
nuestros cuerpos envejecidos
sobre las sábanas.
Un nuevo día,
un inmenso vivir,
un frágil latido que permanece.
Casi no queda nada:
una grieta del tiempo
entre vejez y muerte;
una grieta estrecha, profunda
donde se unen principio y fin.
Sólo pequeñas cosas cada día
pequeños paseos,
conversaciones cortas
y manos enlazadas,
mientras el campo
crece al dictado del invierno.
No existen grandes historias
sólo instantes sucesivos,
ladrillos que hacen edificios.

************************

No hay comentarios:

Publicar un comentario