NO HAY GRANDES HISTORIAS
Cada mañana dibuja la luz
nuestros cuerpos envejecidos
sobre las sábanas.
Un nuevo día,
un inmenso vivir,
un frágil latido que permanece.
Casi no queda nada:
una grieta del tiempo
entre vejez y muerte;
una grieta estrecha, profunda
donde se unen principio y fin.
Sólo pequeñas cosas cada día
pequeños paseos,
conversaciones cortas
y manos enlazadas,
mientras el campo
crece al dictado del invierno.
No existen grandes historias
sólo instantes sucesivos,
ladrillos que hacen edificios.
************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario