Con la lectura de su poema “La colina que ascendemos” en la ceremonia de investidura del presidente Biden, la joven Amanda Gorman ofreció a un mundo herido un nuevo lenguaje de esperanza. En su primer poemario, Mi nombre es nosotros (Lumen), la autora explora la memoria, el dolor y la identidad, y parte de la reciente experiencia colectiva de la pandemia para tratar de arrojar luz sobre el futuro. Sus versos hablan de marginalidad, crisis climática, justicia social, desigualdad y racismo, pero también del poder del cambio, que está al alcance de todos nosotros.
MI NOMBRE ES NOSOTROS
Concédenos este día
en el que marcar nuestro nombre.
Cuántas veces la mitad de nuestro cuerpo
no nos pertenece,
nuestro ser convertido en un navío
de células no humanas.
Para ellas somos
remolque de una existencia,
esenciales.
Un país,
un continente,
un planeta.
Microbioma humano sus rizadas formas
esbozando vida bajo nuestra vida, fuera
y dentro de este cuerpo.
No,
no me llames yo,
mi nombre es nosotros.
Nuestro nombre es lo que somos,
nuestra carga es nuestro nombre.
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