A una mujer maravillosa que me regaló la vida.
Gracias mamá !!Mamando de tus pechos,
sin complejos, fui cargándome de años.
Recuerdo noches de sueños extraños,
de truenos, tormentas,
de cuentos de brujas malas que nos querían separar.
Al oír mis llantos te acercabas y
me acurrucabas.
Las turbulencias
desaparecían y me anegabas de paz.
Un día te marchaste poquito a poquito,
sin hacer ruido, con tu ropaje de colores
vivos, alegres.
Ahora, en este momento, te lloro a mis
años sin vergüenza escondida.
Siento que mis lágrimas se marchan
al mar, donde siempre nos encontramos.
Del libro: A tu encuentro
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