martes, 20 de diciembre de 2016

Nuria González Carrillo


ELEGÍACA

I

Como prisión a lo largo de la garganta,
se queda atravesada la certeza de la no vida,
como aroma perecedero se evapora.
Jugamos a la sonrisa con calaveras envueltas en piel,
jugamos a la belleza: Los gusanos forman corona.
El aire se torna pesado, receloso, espeso,
el cuerpo de hierro.
Mientras en el fondo de la mente toda esperanza es pagadera por insustancial,
vuelven a golpear de nuevo, una, mil veces,
mientras la realidad cruda se impone tan irreal como ella sola sabe ser.
La vida, milonga asechante,
estéril piedra de cáñamo rota,
donde el nudo succionado de la base de la garganta baja y sube,
toda cosa imposible puede ser tornada real,
como la punzada de frío y calor recorriendo el espinazo,
¿Cómo cerrar la puerta al pasado, cuando fue el fragmento feliz?
aun sabiendo que debes pagar el precio de seguir.
Hoy soy sabedora de merecer una vida de besos,
los tuyos, tus besos.
No, tu ya estas muerto, 
mis besos, lo míos...sin ti.




Nuria González Carrillo ( Derechos registrados, poemario :A Dentelladas )


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