Rosa Veiga Medero
Te estaré esperando en la vigilia,
velaré tu estancia y tus latidos,
con pasión estrujare tú cuerpo,
con mis brazos y con los besos te vestiré. Tengo tu voz prendida en mis oídos,
y en la sangre el homicidio de las horas,
mientras repudio el no del infinito.... No tiene tiempo el amor, ni edad,
ni vida: pues muere al comenzar. Es el amor la luz y fuego presto para
incendiarlo.
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