viernes, 20 de octubre de 2017

Pedro Javier Martín Pedrós.Copyright ©





La palabra se hizo infierno
y  necesité tus lágrimas
para refrescarme.
La palabra se hizo amor
y  brotaron abrazos
cercanos.
La palabra  murió  y
el pentagrama se vació
de  sus notas musicales.
Todo esto ocurre cuando
el  cuadrilátero
de los sentimientos
se viste de negro,
y la vida se va gastando
en  días de extrema

pobreza humana.


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