martes, 3 de abril de 2018

Eduardo Salvador Cárcamo


Silencio


Ha llegado la noche y mi corazón
Aún no duerme.

La tristeza y la inquietud le invaden
Porque se despertó con un dolor en el alma.

Le duele su país, su gente y sus sueños
Ya nada es igual… ha cambiado todo
Hasta la manera de morir

Quizás nunca supimos o sabremos
De dónde venimos,
Tampoco hacia donde iremos…

La vida es un laberinto donde los sueños
Se estrellan

El silencio es la puerta por donde se escapan
Los cómplices,
Los que callan porque ello es mejor que la muerte

Callar, callar, callar los dolores del pueblo, sus miserias,
Sus pesares y sus quebrantos
Es volverse cómplice indirecto

Mi corazón hoy tiene insomnio, y las ideas
Le ebullen atropelladamente como la circulación
De su sangre…

Suena el silencio como un tropel de caballos
Mustang estampados en un cuadro famoso

Huyen de la estampida humana que se ahoga
Y que se escapa de sus propios ruidos





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