De ese vértigo azul
que parece un vuelo
de gavilancillos
en descenso
Al encuentro
de una luz más tenue
menos alucinante
más cálida
menos hirviente
Al ocaso
todos tenemos alma de pájaro
Y vivimos
en busca de nosotros mismos
A veces
muy pocas en la vida
nos encontramos
y reconocemos
en el vértigo errante de otro
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