jueves, 5 de julio de 2018

María José Leblic.-




LLUEVE.


Divina lluvia que toma la posesión de la tierra y riega nuestros sentidos corporales. Este don sabio de la naturaleza, a veces cruda y sin sensibilidad, a veces agradable para las semillas y la melancolía.
Poderosa lluvia visible a los ojos de la belleza, de la luz que pinta azul en el mar, suavizando las olas, el verde espesor de los bosques, el naranja y negro del día y de la noche. Esta lluvia que nos cae en deseos humanos, convirtiéndose en gotas de vida. La lluvia, esta mañana, es un vals que da vueltas con mi alma.




No hay comentarios:

Publicar un comentario