sábado, 28 de julio de 2018

Lucía Fernández Núñez





Gusta el sol de acariciarme
la piel y los silencios,
con la sutil dulzura
de quien te sabe
entregada a su capricho.

Y soy capaz de sostenerle
unos segundos la mirada
antes de cerrar los ojos
y dejarme hacer.

Cada uno en su lugar,
con mar, cielo y tierra
de por medio,
el dios Luz
me toca los sentidos
y me deshace
los gélidos miedos
que me vestían de ahogo.

Totalmente desnuda de ira
me toma el sol para sí.

Irremediablemente libre
yo tomo el sol para mí.

Tomada por el sol. 

La imagen puede contener: océano, cielo, nube, exterior, naturaleza y agua

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