miércoles, 7 de noviembre de 2018

Carmen Castejón Cabeceira






APRENDIENDO A NO MORIR
 

Estamos aprendiendo a no morir
antes de tiempo.
Hemos dejado de cortar las flores,
al fin nos conformamos con ver su desarrollo.
Pero no solo eso,
mantenemos la calma en otros escenarios.
Podemos controlar
los ataques de pánico, dejando atrás la angustia,
nombrarla nos provoca un gran rechazo
y desistimos.
Es de lo más humano perder los nervios siempre,
pero ahora las cosas han cambiado.
Nos gusta echar raíces
y no tenerle miedo a las alturas.
Estamos aprendiendo a no morir
antes de tiempo.
Primero cataremos el vino de la vida
y sus elevaciones,
a pesar de lo efímero
que sea nuestro tránsito
salvémonos extendiendo los brazos
con el ombligo arriba,
hasta que el sol se cierre a nuestros ojos.



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