viernes, 1 de marzo de 2019

ISABEL IZQUIERDO


DOS MIL CINCO


Para que puedas comer me he desgarrado parte de la espalda y el muslo derecho, me parece justo, si me llenas cada día tendremos que alimentar
el programa locomotor.
Por soledad te echas a otra aorta, por miedo, a cualquier hígado.
Y en este siempre inconcluso periodo de evolución
más animal que ayer y menos bestia que mañana.
Para que no te canses de venir he depurado mi agonía hasta esa nota aguda
y asfixiante que tanto te emociona.
Para que puedas beber he arrancado los geranios de la barriga, ya estoy calva, sin hiedras para que tu cabeza de vaca no se enrede.
Por amor uno se da más puntadas que el doctor Frankenstein


Corrupta y salvaje, hasta mañana.
A lo Mary Shelley
_____________Tu amante.




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