domingo, 12 de diciembre de 2021

Benita María Paredes Rivas






Declaraciones

Me despierto en la quietud de la madrugada solo el trino de los pájaros y el viento meciendo las almas, los sueños, en la sinfonía matutina encuentro las respuestas a mis preguntas, me sanas mis heridas o mi maravilloso creador como rocío cayendo lentamente en mis hojas que se desliza hasta caer en mis raíces, agua fresca que lava, llevándose todo el hollín.

No quiero volver atrás ya no soy la misma criatura que gemía en el desierto con púas incrustadas en mi dermis, esa esquiva niña tímida que corría por abrigo, ya n

o sentirá dolor ni temor, no puedo anhelar más que tu profunda misericordia en mi existencia, desde que vi tu verdad y la luz no se fue m­ás, he conocido el sosiego, he conocido el perdón.

Es tan lindo escucharte en las pequeñas cosas que me regalas, me asombra tu gracia, siento la certeza de ser tu hija, ser lo que soy.

Ese ser hambreado no habita más en mí, me he vuelto un bebé que se alimenta cada día de tus palabras que se vierten en hechos palpables en mi realidad.

 



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