Te pienso, como si estuviese dibujando tus rasgos con cincel de plata sobre granito,
en mi interior se ha ahuyentado la nitidez de tu imagen,
plasmar tu rostro de nuevo en mi alma, es la única forma de darte un segundo más de eternidad,
el equivalente a un parpadeo leve.
Perdí toda certeza de envejecer a tu lado, incluso te perdí a ti.
Las mañanas, las tardes, las noches las madrugadas a solas,
sin tu esencia ni tu calor.
Sin paraíso al que volver,
teniendo que admitir tu ausencia,
sumida en el intervalo de un limbo,
luego en un túnel de cristal,
donde observar y ser observada.
Pasé por una noche sin estrellas esperando a ver luceros,
amaneceres,
esperando trazar rumbo y viaje,
aprendiendo a desprenderme de ti para siempre.
Nuria González Carrillo ( Derechos registrados, poemario :A Dentelladas )
No hay comentarios:
Publicar un comentario