...es que no queda descanso en mis versos
me urges
extrañamente me urges
sin vos ni tus manos
No hay nada
Mientras mis dedos se aferran
al cigarro que te fuma y no quiere exhalarte
yo me acerco a tu caricia de humo
a tu piel descalza y fervoroza
a tu voz con mi nombre
y tus labios
rogando
Junto las plegarias y te encuentro
acariciando el alud de deseo
que sin absorbernos
nos mata y nos vive
uno en el otro
como raíces voraces
como irracionales sin mas fé
que un nosotros
en esta guerra milenaria
solo de dos
es entonces
cuando empiezo a
evaporarme...
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