miércoles, 29 de marzo de 2017

Pedro Javier Martín Pedrós



Viajo por los raíles de este día
con el corazón lleno de
nostalgias,
a veces con sobrepeso.

Silencios en los rostros de mis
compañeros de viaje por Roma.

La religiosa mueve con armonía rítmica
su rosario austero de madera, con olor
a sándalo.

Espero que su generosidad no tenga
fronteras y me llegue alguna
fragancia de sus oraciones.

Recuerdo, con caricias visuales,
a la joven con esclerosis múltiple por
su mar de sonrisas.

No muy lejos de aquí, lloran,
en los cimientos de su fe,
cristianos en el vaticano.

Florencia.




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